La base de la palma de la mano se utiliza para frotar la parte posterior del muslo. Para relajar la parte inferior de la pierna, el paciente la levanta y dobla la rodilla en un ángulo de 90°. El masajista utiliza técnicas de frotamiento, palmaditas y golpecitos. Por último, se realizan movimientos suaves desde los tobillos hasta los muslos.